DÍA ESCOLAR DE LA PAZ Y DE LA NO VIOLENCIA

Bajo el título de “De noticia bélica a poema pacifista”, la Biblioteca de nuestro centro celebró el Día escolar de la Paz con una exposición de poemas basados en noticias sobre conflictos bélicos.

La actividad, dirigida a todo el alumnado de Secundaria, consistió en transformar una noticia de guerra del periódico o de Internet en una oda a la paz.  Los participantes presentaron en una cartulina ambas versiones (noticia y poema) tras decorarlo a su gusto.

Después del recreo, parte del alumnado colaborador de Biblioteca realizó la lectura de los poemas ganadores de este concurso. Se otorgaron cuatro premios a los autores de los mejores carteles: dos para el primer ciclo de Secundaria y otros dos para el segundo ciclo. El acto finalizó con el recitado de algunos poemas que hacen referencia a la paz por parte del profesorado... Os dejamos la selección de dichos poemas…



Canción del antiavionista

Que vienen, vienen, vienen
los lentos, lentos, lentos
los ávidos, los fúnebres,
los aéreos carniceros.

Que nunca, nunca, nunca
su tenebroso vuelo
podrá ser confundido
con el de los jilgueros.

Que asaltan las palomas
sin hiel. Que van sedientos
de sangre, sangre, sangre,
de cuerpos, cuerpos, cuerpos.

Que el mundo no es el mundo.
Que el cielo no es el cielo,
sino el rincón del crimen
más negro, negro, negro.

Que han deshonrado al pájaro.
Que van de pueblo en pueblo,
desolación y ruinas
sembrando, removiendo.

Que vienen, vienen, vienen
con sed de cementerio
dejando atrás un rastro
de muertos, muertos, muertos.

Que ven los hospitales
lo mismo que los cuervos.

Que nadie duerme, nadie.
Que nadie está despierto.
Que toda madre vive
pendiente del silencio,
del ay de la sirena,
con la ansiedad al cuello,
sin voz, sin paz, sin casa,
sin sueño.

Que nadie, nadie, nadie
lo olvide ni un momento.
Que no es posible el crimen.
Que no es posible esto.

Que tierra nuestra quieren.
Que tierra les daremos
en un hoyo, a puñados:
que queden satisfechos.

Que caigan, caigan: caigan.
Que fuego, fuego: fuego.

                                Miguel Hernández


Oda a la Pacificación

No sé hasta donde irán los pacificadores con su ruido metálico de paz.
Pero hay ciertos corredores de seguro que ya colocan póliza contra la pacificación.
Y hay quienes reclaman la pena del garrote para los que no quieren ser pacificados.
Cuando los pacificadores apuntan por supuesto tiran a pacificar.
Y a veces hasta pacifican dos pájaros de un tiro.
Es claro que siempre hay algún necio que se niega a ser pacificado por la espalda.
O algún estúpido que resiste la pacificación a fuego lento.
En realidad somos un país tan peculiar que quien pacifique a los pacificadores un buen pacificador será.
                               Mario Benedetti


Pido la paz y la palabra

Escribo
en defensa del reino
del hombre y su justicia. Pido
la paz
y la palabra. He dicho
«silencio»,
«sombra»,
«vacío»
etcétera.
Digo
«del hombre y su justicia»,
«océano pacífico»,
lo que me dejan.
Pido
la paz y la palabra.

                             Blas de Otero


Nadie está solo

En este mismo instante
hay un hombre que sufre,
un hombre torturado
tan sólo por amar
la libertad.

            Ignoro
dónde vive, qué lengua
habla, de qué color
tiene la piel, cómo
se llama, pero
en este mismo instante,
cuando tus ojos leen
mi pequeño poema,
ese hombre existe, grita,
se puede oír su llanto
de animal acosado,
mientras muerde sus labios
para no denunciar
a los amigos. ¿Oyes?

Un hombre solo
grita maniatado, existe
en algún sitio.

               ¿He dicho solo?
¿No sientes, como yo,
el dolor de su cuerpo
repetido en el tuyo?
¿No te mana la sangre
bajo los golpes ciegos?

Nadie está solo. Ahora,
en este mismo instante,
también a ti y a mí
nos tienen maniatados.

                         José Agustín Goytisolo



Comentarios

Entradas populares